La atracción es la emoción con intención.
Lograr que el cliente quede satisfecho por adquirir aquel producto o servicio que brinda nuestra empresa es algo fundamental. Sin embargo los clientes ahora necesitan más, ahora hay que enamorar al cliente en todos sus aspectos, satisfacer sus necesidades psicosociales como ser humano.
Un ser humano por naturaleza solicita ser acariciado, valorado, respetado, escuchado, recompensado, e incluso ser disculpado, pertenecer a un grupo, no estar limitado y generalmente tener siempre la razón. La competencia cruel que se ha desencadenado hoy en nuestros días, solicita más que una guerra de precios e involucra mas virtudes que características, digamos que ahora los negocios si se combinan con el placer.
La atracción es el poder que puede fascinar y hechizar a los consumidores en la sociedad que cada día necesita cosas que le hagan su vida más llevadera y divertida, los individuos requieren de productos que compensen las exigencias de su vida cotidiana y los ayuden a encontrar la felicidad. La atracción es un aspecto que ha sido muy utilizado por parques temáticos (Disneyland) o el turismo, pero son pocos lo que no pertenecen a estas industrias que mantienen sus estrategias en la atracción.
Hoy, la atracción y la seducción son los caminos que el marketing más que nunca debería explotar si desea tener éxito con sus consumidores
